domingo, 9 de febrero de 2014

LUKÁCS Y LA NOVELA EN LA ÉPOCA SIN DIOSES



György Lukács (1885-1971) en Teoría de la novela (1920), desarrolla una idea fundamental para la posterior sociología de la literatura, la figura del individuo problemático. Trata de describir un cierto número de esencias atemporales, de formas que corresponden con ciertas actitudes humanas, tomando como categoría central de su pensamiento la de posibilidad objetiva. Afirma, que el hombre más válido para el mundo actual es el individuo complejo y problemático. No nos explica las transformaciones de la sociedad cerrada a la problemática, sino el acontecer histórico de las sociedades problemáticas. La epopeya y la novela serían para él dos formas diferentes de un mismo género, la épica.
Define la novela como la épica de las civilizaciones problemáticas, es decir, de las épocas profanas, sin Dioses. Subraya que para que exista novela debe darse una oposición entre el hombre y el mundo, entre el individuo y la civilización. La novela es la forma dialéctica de la épica, de la soledad en comunidad, de la esperanza sin porvenir, de la presencia en la ausencia. Lo explica diciendo que la epopeya es la literatura de la infancia y la juventud del hombre, la tragedia la de la conciencia y la muerte, siendo la novela la forma literaria de su madurez.
La diferencia de la novela con respecto a la epopeya viene dada por las diferentes concepciones histórico-filosóficas. Mientras la primera sería la épica del tiempo de los Dioses, la segunda lo sería del paganismo, lo que varía es la forma subjetiva en que se percibe la realidad antes que las condiciones filosófico-objetivas, las filosófico-subjetivas. Los individuos de las sociedades problemáticas no perciben el mundo dependiendo de verdades sobrenaturales, ni como estructura cerrada con significación inmutable, ni como un círculo metafísico, ni como un sitio en lo transcendental. Para Lukács, lo que estructura la obra es la posibilidad de otro mundo, la intención ética, la forma con que el autor quiera explicar su utopía, aunque piense que la utopía no construye la realidad y destruye la forma: “(...) la ruta ha comenzado, el viaje ha terminado” intuye.



[György Lukács, Teoría de la novela, Barcelona, Edhasa, 1971, pág. 84. Explica al individuo problemático con las siguientes palabras: “(...) El proceso que constituye la forma interna de la novela es el viaje del individuo problemático hacia sí mismo; el camino desde la oscura cautividad de la realidad (...) hasta el autoconocimiento claro”].