viernes, 21 de agosto de 2015

MITO: Walter Benjamin y el Ángelus Novus de Paul Klee

Tengo las alas prontas para alzarme,
Con gusto vuelvo atrás,
Porque de seguir siendo tiempo vivo,
Tendría poca suerte.
Gerhard Scholem: Gruss vom Angelus.



"Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus. En él se representa a un ángel que parece como si estuviera a punto de alejarse de algo que le tiene pasmado. Sus ojos están desmesuradamente abiertos, la boca abierta y extendidas las alas. Y éste deberá ser el aspecto del ángel de la historia. Ha vuelto el rostro hacia el pasado. Donde a nosotros se nos manifiesta una cadena de datos, él ve una catástrofe única que amontona incansablemente ruina sobre ruina, arrojándolas a sus pies. Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero desde el paraíso sopla un huracán que se ha enredado en sus alas y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Este huracán le empuja irremediablemente hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras que los montones de ruinas crecen ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso".

"Paul Klee, por ejemplo, se ha apoyado en los ingenieros. Sus figuras se diría que han sido proyectadas en el tablero y que obedecen, como un buen auto obedece hasta en la carrocería sobre todo a las necesidades del motor, sobre todo a lo interno en la expresión de sus gestos. A lo interno más que a la interioridad: que es lo que las hace bárbaras. (...) Paul Klee y otro tan programático como Loos, ambos rechazan la imagen tradicional, solemne, noble del hombre, imagen adornada con todas las ofrendas del pasado, para volverse hacia el contemporáneo desnudo que grita como un recién nacido en los pañales sucios de esta época".

[Walter Benjamin, Angelus Novus, Barcelona, Edhasa, 1971; Discursos Interrumpidos I. Filosofía del arte y de la historia, Buenos Aires, Taurus, 1989, págs. 183 y 169-170].





En 1921 Benjamin compró la acuarela de Paul Klee titulada: Angelus Novus. Por unos meses permanece en Münich en casa de G. Scholem y luego es llevada a Berlín. En 1932 Benjamin pensó en suicidarse y dejar de herencia la pintura a su amigo Scholem. En 1935 Benjamin emigra a París y lleva la pintura consigo. En 1940 antes de partir a los Pirineos para intentar escapar de los nazis deja la acuarela a resguardo de  Bataille en la Biblioteca Nacional de París. Al terminar la Segunda Guerra Mundial es llevada a Estados Unidos en donde queda en manos de Theodor Adorno que a su regreso a Frankfurt la lleva consigo. En la actualidad la acuarela está en el Museo de Israel en Jerusalen. Fue legada por la viuda de Scholem.

miércoles, 19 de agosto de 2015

MITO: Las tríadas o facultades del alma para los sabios del Renacimiento, o la hermenéutica del espíritu




Ficino piensa por tríadas el que efectúa el vínculo entre los dos extremos. El primero y más célebre ejemplo de tríada tiene el alma como término medio. Ésta, como un Janus bifrons, mira simultáneamente hacia el mundo sensible y hacia el mundo noético: puesto que cumple la mediación entre las cosas superiores y las inferiores, lo inmóvil y móvil, desea al mismo tiempo lo alto y lo bajo, sin decantarse por ninguno de los dos lados.
Otra tríada, que se sobrepone a la primera lo traduce en términos bíblicos: el Dios creador y la escala de las criaturas (Dios-hombre-animal, donde animal significa todo organismo vivo, los seres animados no dotados de razón). El hombre se define en tanto que alma, de modo que es un nodus et copula mundi, imagen microscópica, vicario de Dios en la tierra. El hombre es un gran milagro, dice Hermes Trimegistro en el Asclepius latino, puesto que representa la quintaesencia de todos los seres: lleva la vida de las plantas, de los animales, de los héroes, de los demonios, de los ángeles y de Dios. Omnis hominus animae haec in se cuncta quodammodo experitur, licet aliter aliae. Por el mismo motivo, Zoroastro habría llamado al hombre, artificio de naturaleza demasiado audaz, en el que Dios contempla satisfecho la obra maestra del arte del mundo que ha construido. 
En su Oratio de hominis dignitate o Carmen de pace de 1486, Pico de la Mirandola utiliza fórmulas parecidas a las de Ficino: Tú no estás limitado por ninguna barrera, dice Dios al hombre primordial. Es por tu propia voluntad, en poder de la cual yo te he dejado, a través de la cual determinarás tu naturaleza. Yo te he instalado en medio del mundo para que desde allí examines con mayor comodidad a tu alrededor todo lo que existe en este mundo. No te hemos hecho ni celeste ni terrestre, ni mortal ni inmortal, para que, dueño de ti mismo y teniendo, por así decirlo, el honor y la carga de modelar tu ser, te compongas en la forma que prefieras. Podrás degenerar en formas inferiores, animales; podrás, por tu propia decisión, regenerarte en formas superiores, divinas. Es por esta capacidad de transformarse, de llevar todo tipo de vida posible, por lo que podemos llamarte camaleón y Proteo: Quis hunc nostrum chamaeleonta non admiretur? Quem non immerito Asclepus (...) per Proteum in mysteriis significari dixit
[Véase, Ioan P. Culianu, Eros y magia en el Renacimiento, Madrid, Siruela, 1999, págs. 319-320].